Before the Devil Knows You're Dead

Superar la barrera de los 80 años y aun poder desarrollar actividades que te apasionan es un privilegio que pocos tienen, Sydney Lumet, de 83 años, definitivamente pertenece a este selecto grupo, director nacido en Philadelphia comenzó su carrera en la pantalla grande el año 57’ de manera prometedora con “12 angry men”, film que le valió reconocimiento de público y crítica, más sus primeras nominaciones al Oscar. Desde ese instante ha realizado más de 50 películas, dedicando gran parte de su filmografía a adaptaciones literarias y la realización de películas de género policial. Creador de clásicos indiscutibles como “Tarde de perros”, “Sérpico”, “El príncipe de la ciudad” y “Veredicto final”, durante la década de los noventa vivió quizás su etapa más oscura, viendo la luz el 2006 con “Find Me Guilty”, cinta en que logra que Vin Diesel deje de lado los papeles de tipo rudo y demuestre que algo sabe de actuación.

Con “Before the Devil Knows You're Dead” (Antes que el diablo sepa que has muerto), cinta del 2007 a estrenarse en cines durante el segundo semestre, pero ya disponible en formato DVD, Lumet demuestra estar en plena forma. Con un gran elenco como soporte, el director logra hacer de una historia simple y reconocible un thriller lleno de drama y pesimismo.

La historia nos presenta a una pareja de hermanos de clase alta con problemas económicos. Hank (Ethan Hawke) es el menor, divorciado y con problemas para pagar la pensión de su hija. Su vida se divide entre las discusiones por dinero con su ex mujer y el tiempo que pasa bebiendo para pasar las penas. Andy (Philip Seymour Hoffman), el hermano mayor, son tres contando una hermana, es un exitoso ejecutivo que se encuentra cansado de su trabajo y de intentar salvar su matrimonio con Gina (Marisa Tomei) que encuentra una vía de escape en el consumo de drogas, especialmente de heroína.

Ambos, desesperados por conseguir dinero fácil, planean robar la joyería de sus padres, contando que todo salga sin problemas y el seguro se haga cargo de las pérdidas. Se trata de un atraco simple dado que no hay vigilancia, conocen el sistema de alarma y detrás del mostrador habrá una mujer mayor de 60 años. Por desgracia, el extremadamente simple plan no sale como era de esperar, convirtiendo un crimen a prueba de tontos en la peor de las pesadillas para todos los que se ven implicados en él.

El film que tiene como apuesta principal el atraco que sale mal puede sonar común, pero a no confundirse, ésta no es una película sobre un robo, esa es una excusa. A pesar de moverse por la estructura habitual de un thriller, tanto la reconstrucción de hechos como la profundización en los personajes y sus motivaciones para cometer el crimen, elevan al film por encima de la media.

Todo comienza el día del robo, en que observamos lo bien que empieza y mal que acaba, a partir de este momento se nos presenta una serie de eventos sin orden cronológico que nos ayudan a ir armando el puzzle, presentándonos las causas que ocasionan el atraco y sus devastadores efectos. La impresión inicial que nos dejan los personajes va cambiando a medida que la historia avanza (o retrocede). Cada paso que Andy y Hank den para solucionar su situación no hará otra cosa que empeorarla. Las mentiras comienzan a acumularse haciendo que el diablo que todos llevamos dentro despierte en ellos. Estos hermanos descenderán al infierno de la culpa y el pecado.

El drama en la historia es fundamental. Los altos niveles de degradación y desesperación de los personajes le dan un valor añadido a una historia sencilla y típica en ciertos aspectos. El guión de la primeriza Nelly Masterson es redondo, no deja cabos sueltos. La dirección es prolija, con un ritmo pausado que atrapa. La interpretación de Ethan Hawke, Philip Seymour Hoffman y Albert Finney como el padre de los dos hermanos es impecable.

Estamos ante el mejor Lumet, a la altura de los clásicos de ayer, pero con personajes que identifican al cine de hoy. Una película de ambición, venganza y traición. Al inicio se nos presenta el dicho irlandés “Podrías estar en el cielo media hora antes que el diablo sepa que has muerto”, pero al finalizar la película otro dicho se viene a la mente, y es que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, no es así Sydney?

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